Las siglas CFD significan Contratos por Diferencia. Con estos productos derivados, los inversores pueden participar en el rendimiento de diversos mercados o activos subyacentes, como acciones, divisas, índices o materias primas. En este caso, los activos subyacentes no se compran ni se venden, sino que un CFD se refiere al activo subyacente. Al negociar un CFD, se celebra un contrato sobre la diferencia del valor de la operación entre el momento de la compra y el de la venta. Una característica importante de los CFD es que pueden negociarse en ambas direcciones: precios al alza y a la baja de un subyacente. El éxito de una operación depende de que se cumpla la dirección prevista.
Por lo tanto, con los CFDs también se pueden obtener beneficios en mercados bajistas. Si quiere beneficiarse de la caída de los precios, se posiciona "en corto". Por ejemplo, alguien que se pone en corto con las acciones de Apple a un precio de 150 dólares compra un CFD corto que se beneficia de cada dólar que las acciones caen desde ese nivel. A la inversa, la operación pierde valor en cuanto la acción sube. Las ganancias y las pérdidas son proporcionales. La ganancia a 140 dólares es la misma que la pérdida a 160 dólares. La diferencia de valor respecto al valor inicial es de 10 dólares en cada caso. Sin embargo, las ganancias y las pérdidas sólo se realizan cuando se cierra la posición.
Una característica importante de una operación con CFD es el apalancamiento. Esto permite operar con un valor superior al del capital invertido. Si quiere comprar 10 acciones de Apple a 150 dólares, tiene que reunir 1.500 dólares por acción. Con los CFD, basta con depositar el llamado margen, que suele ser del 20%. Por ejemplo, sería posible negociar el equivalente a 50 acciones de Apple con los mismos 1.500 dólares y, en consecuencia, negociar 50 contratos de CFD sobre la acción de Apple. O dicho de otro modo, el apalancamiento en esta operación es de 5 porque en este ejemplo hay que depositar el 20 por ciento, es decir, 300 dólares, para mover una posición de 1.500 dólares. Si el precio de Apple sube de 150 a 165 dólares (+10 por ciento), el CFD largo gana un 50 por ciento: 10 acciones de Apple CFD multiplicadas por 15 euros por acción dan como resultado 150 euros de beneficio. En comparación con la inversión de capital de 300 euros, el beneficio será del 50 por ciento.
Por supuesto, las ganancias y las pérdidas pueden cambiar de forma más significativa. Las pérdidas pueden alcanzar el margen depositado, haciendo necesario depositar más capital en la operación o cerrar la operación y realizar la pérdida. Por esta razón, es importante prestar atención al efecto de apalancamiento y asegurarse de que la operación se mantiene dentro de los límites.
Por ello, las operaciones con CFDs también se conocen como operaciones con margen. El margen inicial depositado es el margen necesario para abrir la operación. Si la operación entra en una dirección no deseada, puede ser necesario hacer un pago de margen adicional - también conocido como "margin call": Cuando se recibe un aviso o una llamada del bróker para depositar fondos adicionales en la operación para evitar un cierre forzoso.
Cuando se negocian CFDs, los inversores deben prestar atención al diferencial, de forma similar al trading de acciones. Esto se refiere a la diferencia entre el precio de compra y el de venta. Al vender, uno recibe el precio de oferta, al comprar, uno paga el precio de demanda. La diferencia depende del activo subyacente. En el caso de divisas como el euro/dólar estadounidense o de índices populares como el DAX o el Nasdaq 100, los diferenciales suelen ser muy pequeños. En el caso de las acciones o materias primas exóticas, los diferenciales pueden ser mayores.
El término lote se utiliza a menudo en el trading de CFDs y Futuros y se refiere simplemente a la "cantidad". Se refiere a la cantidad de un activo subyacente que usted "mueve" con un CFD, es decir, el tamaño del contrato. Por lo tanto, es importante comprobar a qué cantidad se refiere el CFD, es decir, qué cantidad cubre el contrato de CFD, antes de comprar un CFD para el subyacente respectivo. El tamaño de contrato más pequeño también se denomina "micro". En el caso del DAX, 1 contrato se refiere a 1 un CFD del DAX al precio actual convertido en euros. A un nivel de 13.000 puntos, un contrato representa entonces 13.000 euros. Un micro lote es el 10% de esa cifra, es decir, 1.300 euros. Los micros se utilizan a menudo porque el margen es menor. Para otros subyacentes, los valores de referencia cambian. En el caso del tipo de cambio euro-dólar, un contrato CFD se refiere a 100.000 euros.
Como acabamos de describir, el valor de un punto o pip, que es la menor variación de precio en el CFD, es de 1 euro en el DAX. Si el DAX sube de 13.000 puntos a 13.100, el CFD ha ganado 100 puntos. Si usted negocia un mini lote, negocia una décima parte de eso, que es 0,1 puntos. En el ejemplo anterior, el mini DAX sube 10 euros.
